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Cómo iniciarte en el BDSM

CÓMO INICIARTE EN EL BDSM - PRINCIPIANTES




Consejos para adentrarse en el mundo del BDSM 


El BDSM significa Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo, son una serie de prácticas sexuales y fantasías eróticas que implican un intercambio voluntario y consensuado de poder entre dos o más personas para crear tensión sexual, placer y, en ocasiones, dolor. Todas las prácticas tienen en común un intercambio erótico y temporal de poder.


Bondage: ataduras eróticas, se basa en la inmovilización. Disciplina: Normas y hábitos a las que se tiene que adaptar un sumiso en su adiestramiento. Puede incluir castigos. Dominación / sumisión: El placer viene dado del control que una de las personas involucradas ejerce sobre la otra. Este control se expresa en mandatos, prohibiciones y órdenes. Sadismo / masoquismo: práctica en la que se obtiene el placer a partir del dolor, sea físico (cera caliente, azotes) o mental (humillaciones).


Las personas que lo practican saben bien qué es lo que quieren y lo que no, y distinguen la fantasía de la realidad. 


Un error común es pensar que todas las manifestaciones del BDSM implican un dolor extremo. Sin embargo, algo tan simple como pasar las uñas por la espalda de la otra persona o darle azotes en la cola puede ser BDSM.


El límite siempre es consensuado, y si no hay disfrute, no hay juego. La práctica del BDSM se basa en el consentimiento y requiere mucho respeto y comunicación abierta entre las personas implicadas.


En el BDSM tienen la misma importancia la preparación, el juego y los cuidados posteriores. 




Te dejamos algunas ideas BDSM para que te diviertas en compañía:


Ambientar el lugar y entrar en el papel:

En el BDSM los complementos son una parte casi indispensable. Lo ideal es armar un espacio cómodo y seguro para estos juegos, que no hayan tantas distracciones. Quizás una luz tenue y algunas velas aromáticas pueden hacer el lugar un poco más relajante. Para entrar más en el papel, pueden usar un disfraz que te haga sentir sexy, cómodx y acorde al rol que hayas elegido. Pueden entrar en juego el látex, algo de lencería, máscaras, arneses… Todo aquello que te haga sentir una persona distinta, dominante o dominada.


Aumentá las sensaciones:

Parte de la gracia de una sesión de BDSM es la limitación, no saber a ciencia cierta qué va a ocurrir. Privar a la persona dominada de la vista es un buen juego de iniciación. Pueden usar un antifaz, un pañuelo o cualquier elemento que tengan en casa para tapar los ojos. ¿Da un poco de miedo? Esa es la gracia, el no saber qué te espera, que suba la excitación y que tengas la piel de gallina en todo momento.  Tapar la vista de tu pareja de juego va a hacer que este alerta y que pueda percibir mejor los demás sentidos, a esto podes sumarle algún masaje con plumas o recorrer su cuerpo con un látigo suavemente, para ir comenzando.


Azotes:

La zona de los glúteos es muy sensible, pero al mismo tiempo está “diseñada” para sufrir impactos, y lo cierto es que para mucha gente hay pocas cosas más excitantes que azotar o que te azoten, especialmente en la postura del perrito. Dependiendo de cada persona habrá una motivación psicológica, física o la mezcla de ambas. Se puede recurrir a los azotes con la mano abierta o usar un instrumento adecuado, ligero y cómodo, como una fusta o un látigo.

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Mordiscos:

El BDSM es una subida de potencia y sensaciones, dejate llevar por la pasión y aprovecha para dar besos largos e intensos. Los besos se pueden transformar en mordisquitos en los labios y luego mordisquear todo el cuerpo poniendo especial atención en zonas erógenas como pueden ser los pezones o los lóbulos de las orejas. Podes empezar con poca intensidad y subir poco a poco hasta que la otra persona diga que la potencia es la adecuada. Cuidado con la zona de los genitales, esas zonas no son muy amigas de los dientes ni de los mordiscos, pero todo es cuestión de ir preguntando. 


Amarrar:

Uno de los fundamentos del BDSM es que una de las personas esté en posición de sumisa y la otra la domine. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que atar las manos de la persona dominada? Pueden utilizar esposas, inmovilizadores, pañuelos o corbatas. Las ataduras deberían ser lo suficientemente fuertes como para que no se puedan quitar con facilidad, pero sin que resulten tan molestas como para cortar la circulación o causar quemaduras por el roce. 


Cuando termine la sesión de BDSM, se debe pasar al aftercare. Es importante volver a la vida real poco a poco. En ocasiones, la experiencia vivida es tan intensa que es fácil sentir un mix de sensaciones y emociones. La persona dominante cambia totalmente de comportamiento y se debe dedicar a cuidar y, de algún modo, mimar a la persona sumisa. Debe interesarse por ella y responder a sus necesidades.


Como en todo, si probas esta práctica y notas que te hace sentir mal o incómodx, pedile a tu pareja terminar con el juego y no la repitas. No tiene por qué gustarte todo. Lo importante es experimentar y jugar para conocer mejor nuestro placer, lo que nos gusta y lo que no. 


El mundo del BDSM es muy amplio y diverso. Cuanto mayor sea la experiencia y más comodidad sientas en la práctica, más vas a disfrutar.

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